el mismo que dejé extraviado en casa
implacable cazador de autos y amarguras
cambia el mundo completo excepto mi perro
la misma mirada perdida
y su lengua traviesa que lame la hondura de nuestra distancia
me mira un segundo y sé que él sabe también
me mira un segundo y sé que él sabe también
que los dos no entendemos
pero igual corre contento hacía mi
en ese momento mi perro no mueve la cola
es la cola la que mueve a mi perro.
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