vivo dentro de una cueva en la que nacen flores desde el techo| habito intranquilo junto a otras bestias luminosas que se besan o se esfuman| me alimento de la lluvia que se cuela y de diminutas criaturas que gritan algo al interior de mi boca| vivo dentro de una cueva interminable y oscura| húmeda y confusa en la que el peligro toma forma de prácticamente cualquier cosa| en días de rayos salgo a la intemperie para apresar el fuego| regreso al interior y descubro palabras que no entiendo en todas sus paredes| dibujos imposibles y fechas que no llegan todavía
entonces apago la antorcha y regreso a mi lugar a un lado de dos bestias luminosas que se besan o se esfuman|
vivo dentro de una cueva que soy yo
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